Desde ayer, hoy y siempre una problemática de nuestra realidad es la impuntualidad. " El tiempo es oro ", en el Perú eso es puro floro. En nuestra sociedad uno de los aparatos más utilizados es el reloj. Unos lo usan porque se ve bien, otros lo ven como un simple adorno y muy pocos como un adorno de bien . ¿ Por qué la práctica de este antivalor? ¿ Es acaso una cuestión de Estado? El problema de un país puede ser la burocracia pero la solución está en la idiosincracia. Ser puntual significa tener respeto, consideración hacia los demás con las diversas actividades que tengan que realizar. Lo curioso está cuando un grupo decide reunirse y fija una hora. Todos se encuentran después del tiempo acordado."Puntualidad dentro de la impuntualidad"es por eso que sin darnos cuenta son esos pequeños detalles los que al final nos cuestan tener que suprimir varias labores y el "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy" es cumplido por unos cuantos gatos. Lo malo es que muchas veces son los mismos padres los que inducen a esta repudiable costumbre , haciendo ver la puntualidad como trivialidad y la demora como llegar a buena hora. Ser puntual significa ser digno de confianza. Los valores van ligados y los buenos hábitos siempre son recompenzados. El mundo gira entorno a las manecillas del reloj, es decir, todo está organizado , sistematizado: los eventos , la publicidad, espectáculos ,etc. Todo ello tiene un porque, y ese es el orden con una finalidad que influye en el aspecto económico, social y cultural .La puntualidad determina la grandeza de una nación . Un ejemplo es la educacion ¿ Cómo repercute la tardanza en la enseñanza? Ser los últimos en educación tiene su explicacion. Un profesor de colegio estatal tiene dos horas pedagógicas ( 45 miserables minutos) , de las cuales en la segunda viene y se organiza ¿ Y la primera? No hay primera , porque llego tarde. Si queremos mejorar hay que cambiar, estos tiempos no están para perderlos ,el cambio empieza de uno mismo desde el que lo escribe hasta quien lo lee. Dejemos de lado la informalidad y trabajemos al ritmo del tic-tac .
